La clamidia es una enfermedad de
transmisión sexual (ETS) frecuente, causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que
puede dañar los órganos reproductivos de la mujer. Aunque generalmente la
clamidia no presenta síntomas o tiene síntomas leves, hay complicaciones graves
que pueden ocurrir "en forma silenciosa" y causar daños
irreversibles, como infertilidad, antes de que una mujer se dé cuenta del
problema. La clamidia puede también causar secreción del pene en un hombre
infectado.
Cómo
se contrae la Clamidia
La
clamidia puede ser transmitida durante relaciones sexuales vaginales, anales o
durante el sexo oral. También puede ser transmitida de madre infectada a hijo
durante el parto vaginal.
Toda
persona sexualmente activa puede ser infectada con clamidia. Entre mayor número
de parejas sexuales tenga la persona, mayor es el riesgo de infección. Las
niñas adolescentes y las mujeres jóvenes están expuestas a un mayor riesgo de
infección si son activas sexualmente porque su cuello uterino (la abertura del
útero) no se ha desarrollado completamente. Debido a que la clamidia puede
transmitirse por sexo oral o anal, los hombres que tienen relaciones sexuales
con hombres también están en peligro de contraer la infección clamidial.
Cuáles
son los síntomas de la Clamidia
A
la clamidia se le conoce como la enfermedad "silenciosa" porque casi
3 de cada 4 mujeres infectadas y cerca de la mitad de hombres infectados no
presentan síntomas. Si hay síntomas, éstos aparecen generalmente entre 1 y 3
semanas después del contagio.
En
las mujeres, la bacteria infecta inicialmente el cuello uterino y la uretra (el
canal urinario). Las mujeres que tienen síntomas podrían presentar flujo
vaginal anormal o una sensación de ardor al orinar. Algunas mujeres todavía no
tienen signos ni síntomas cuando la infección se propaga del cuello uterino a
las trompas de Falopio (los tubos que conducen los óvulos desde los ovarios
hasta el útero); otras presentan dolor de vientre, lumbago, náusea, fiebre,
dolor durante el coito o sangrado entre los períodos menstruales. La infección
clamidial del cuello uterino puede propagarse al recto.
Los
hombres que tienen signos o síntomas podrían presentar secreción del pene o una
sensación de ardor al orinar. Los hombres también podrían presentar una
sensación de ardor y picazón alrededor de la abertura del pene. El dolor y la
inflamación de los testículos es poco frecuente.
Los
hombres o mujeres que reciben penetración anal pueden contraer la infección
clamidial en el recto, lo cual puede causar dolor rectal, secreciones o
sangrado. La clamidia puede hallarse también en la garganta de las mujeres y
hombres que han tenido sexo oral con una pareja infectada.
Qué
tipo de complicaciones puede haber sin no se trata la Clamidia
Si
la clamidia no es tratada, la infección puede avanzar y causar graves problemas
reproductivos y de salud con consecuencias a corto y largo plazo. Al igual que la
enfermedad, el daño que causa la clamidia es a menudo "silencioso".
En
las mujeres, si la infección no es tratada, puede propagarse al útero o a las
trompas de Falopio y causar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Esto ocurre
hasta en un 40 por ciento de las mujeres que tienen clamidia y no han recibido
tratamiento. La EIP puede causar daño permanente a las trompas de Falopio, al
útero y a los tejidos circundantes. El daño puede llegar a causar dolor pélvico
crónico, infertilidad y embarazo ectópico (embarazo implantado fuera del útero)
que es potencialmente mortal. Las mujeres infectadas con clamidia tienen hasta
cinco veces más probabilidades de infectarse con el VIH, si están expuestas al
virus.
Para
ayudar a prevenir las graves consecuencias de la clamidia, se recomienda que
las mujeres sexualmente activas de 25 años de edad o menos se realicen una
prueba de detección de la clamidia al menos una vez al año. También se
recomienda que las mujeres de mayor edad que están expuestas al riesgo de
contraer clamidia (por ejemplo, si tienen una nueva pareja sexual o múltiples
parejas sexuales) se realicen una prueba de detección anual. Todas las mujeres
embarazadas deben hacerse una prueba de detección de la clamidia.
Las
complicaciones entre los hombres son poco comunes. En ocasiones, la infección
se propaga al epidídimo (el tubo que conduce el esperma desde los testículos) y
causa dolor, fiebre y, rara vez, esterilidad.
En
muy pocos casos, la infección clamidial genital puede causar artritis que puede
estar acompañada de lesiones en la piel e inflamación de los ojos y de la
uretra (síndrome de Reiter).
Qué
efectos tiene la Clamidia en la mujer embarazada y su bebé
Hay
cierta evidencia de que en las mujeres embarazadas, las infecciones clamidiales
que no reciben tratamiento pueden propiciar partos prematuros. Los bebés que
nacen de mujeres infectadas pueden contraer infecciones clamidiales en los ojos
y en el tracto respiratorio. La clamidia es una de las causas principales de
aparición temprana de neumonía y conjuntivitis (ojo rosado) entre los recién
nacidos.
Cómo
se diagnostica la Clamidia
Existen
pruebas de laboratorio para diagnosticar la clamidia. Algunas de estas pruebas
pueden realizarse en la orina, otras pruebas requieren que la muestra sea
obtenida de lugares como el pene o el cuello uterino.
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